Tan cerca y a la vez tan lejos, tan llena y a la vez tan vacía. Tan enamorada pero sin tenerte. Y es que se vive bien en la ignorancia, queriéndote en silencio. Echándote de menos sin que tú lo sepas. Es bonito, ¿sabes? Pensé que nunca iba a sentir algo así desde que él se marchó. Y me dejó rota, decepcionada.
Ahora, río. Y en parte gracias a ti por el simple hecho de existir. Imagino días y días a tu lado. Ojalá, que una realidad no me haga perder la esperanza de que ocurra. Tantas horas contigo y tanta timidez acumulada. Enamoras, joder. Tienes lo imposible y rompes lo habitual. Tal vez soy yo, la exagerada. Tal vez sea que he perdido el miedo al amor. O quizás, eres increíblemente genial. Y casi, me decanto por lo último. Y casi que estoy perdida en mí. En ti, en tu mirada. Por ti, enamorada.
1 comentario:
Hermosa entrada. Es muy mágico cuando pasa eso, de pronto alguien nos tiene flotando en el aire. Nos ayuda a sentirnos vivos.
Deseo que sea lo que tenga que ser.
Un abrazo enorme!
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