Lo primero de algo siempre es el momento más especial. Puedes repetirlo una y otra vez, que nunca sentirás la misma emoción. Una primera palabra, un primer beso, una primera mirada. Lo malo de una primera vez, es que si la experiencia satisface, engancha. Y acaba convirtiendose en un vicio contínuo sin el cual no puedes vivir. A veces bueno, a veces malo. Creces y cada día pruebas algo nuevo. Y más, y más. A que puta hora apareciste. Me acostumbré a tí y cada vez necesito más. Ahora entiendo porqué Peter Pan no quiso crecer. Supongo que estaba bien eso de enamorarse y que nada acabe con ello. Eso de tener algo que te haga volar y alcanzar lo inalcanzable. Eso de demostrar aprecio día tras día sin preocuparte de que algún día, todo desaparezca. Que los besos nunca pierdan el sabor y que nunca, nunca jamás, se pierda lo que más se quiere.
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