Me subí a lo alto del edificio y grité hasta dejarme la garganta en el aire. La sensación que me estaba alterando la sangre seguía estando ahí y nadie podía detenerla. Y aquello me apasionó tanto, que lo repetiría las veces que hiciera falta. El puto poniente de verano me acariciaba el brazo, subía por mi hombro y acababa resbalando por mi cuello. Me sentía la única en el mundo, tantos lugares llenos de tantas personas vacías... Acabé mirando a lo que rodeaba aquel mundo, a aquellas personas. Por un momento pensé que serían alegrías y otros sentimientos que nadie sabía como ganarlos. Y tan sólo pude contemplar preciosos detalles minimalistas que se perdían por las calles.
2 comentarios:
Me encanta tu blog, ¡te sigo!
Yo acabo de llegar a blogger después de más de medio año, con un nuevo blog:
http://stanbitte.blogspot.com/
Seguiré pasándome por aquí, me encanta lo que escribes. Muacks :3
¡Hola! ¡Tienes un PREMIO en mi blog!
¡Corre!
http://besuntanned.blogspot.com.es/2013/06/premio-one-lovely-blog.html
Publicar un comentario