No se me da bien el optimismo. Es algo que me puede. Como esa brisa marina que te acaricia por las tardes mientras paseas por la playa. Que me susurres confianza y me dediques sinceridad. Se me caen las mentiras y se me pierden las verdades. Sin embargo , caprichos vuelan, aterrizan y despegan a toda ostia. Nadie puede parar el tiempo ni coger el famoso tren que nadie quiere perder. Pasaremos los segundos adelantando los relojes, retrasando cada amanecer y manteniendo lunas llenas.
2 comentarios:
preciosa entrada :)
Que bonito escribes *-* te invito a darte una vuelta por mi blog, saludos :)
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