Tengo miedo de escucharte y echar de menos tu voz cuando te vayas, de mirarte a los ojos y acabar viéndolos por todas partes. Y es que dicen que la belleza está en los ojos de quien mira. Y sin duda alguna, mucha debe haber en mi retina cuando te reflejas en ella. Temo abrazarte y que mi ropa retenga tu olor, que se me corten los labios por ausencia de besos y acabar volviéndome loca. Tengo tanto miedo a ti que en ocasiones me vicio a quererte, a encontrarte detrás de la puerta que abra o al girar la esquina de la manzana de al lado. Lo bonito es efímero, corto. Pero también puede convertirse en una pesadilla si te apuñala por dentro, como cuando echas de menos. Es cuando te das cuenta de que pensar podría hacerse eterno cuando el sentimiento es fuerte, duradero. Doloroso. Inigualable.
1 comentario:
Y que puta es la nostalgia a veces...
Un abrazo.
http://elchicodelmetro.blogspot.com.es/
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